Tendrá la misión de tumbar un fallo de la Comisión de Comercio Internacional y apoyar a la multinacional de la manzana o darle un espaldarazo a la coreana.
Durante los próximos 60 días Barack Obama tendrá que encarar un dilema en la disputa que enfrentan dos de las compañías más grandes del mundo, y que tendrá importantes implicaciones para el papel de la propiedad intelectual en el sector de la tecnología.
Obama podría utilizar sus poderes presidenciales para tumbar un fallo hecho por la Comisión de Comercio Internacional (CCI), una agencia de Washington, que el martes le prohibió a Apple vender ciertos iPhones e iPads en los Estados Unidos. Si no, podría seguir el ejemplo de la mayoría de sus predecesores en estos casos y beneficiar a la compañía surcoreana Samsung, el duro rival de Apple, que según un caso más temprano se definió que había copiado los diseños del iPhone, apoyando el fallo de la CCI.
“Estos son dos gigantes del mundo electrónico. Va a ofender a alguien sin importar la decisión que tome”, dijo Susan Kohn Ross, una socia que se especializa en disputas comerciales y propiedad intelectual, en la firma de abogados Mitchell Silberberg & Knupp.
El dilema de Obama llega en un momento en el que su administración le ha puesto una atención renovada a la reforma de patentes. Sin embargo, el último presidente que utilizó su veto en un caso de la CCI fue Ronald Reagan.
Si hay presión sobre Obama, hay todavía más sobre Apple, que hasta ahora había tenido un buen desempeño en las cortes de Estados Unidos. En el gran caso de patentes del año pasado en California, un jurado tomó el lado de Apple en casi cada cargo y halló a Samsung culpable de violar el diseño del iPhone así como sus patentes de diseño y tecnología, mientras que exoneró a Apple de cualquier violación de este tipo. El veredicto por US$1.000 millones ha sido desde entonces reducido.
“Samsung ha sobrellevado una racha de pérdidas. La importancia de este caso para Samsung no puede subestimarse”, dijo Michael Carrier, un profesor en la Escuela de Derecho de Rutgers, en Nueva Jersey, que se especializa en propiedad intelectual.
En abril, la unidad Motorola de Google perdió dos importantes casos que involucraban el mismo tipo de “patentes estándares esenciales”, que Samsung alegó que Apple había violado. Las patentes estándares esenciales se aplican a una tecnología que se considera esencial para el funcionamiento de un aparato de su tipo y debe ofrecerse la licencia a una tasa “justa y razonable”.
En abril, la unidad Motorola de Google perdió dos importantes casos que involucraban el mismo tipo de “patentes estándares esenciales”, que Samsung alegó que Apple había violado. Las patentes estándares esenciales se aplican a una tecnología que se considera esencial para el funcionamiento de un aparato de su tipo y debe ofrecerse la licencia a una tasa “justa y razonable”.
Google perdió primero contra Apple en la CCI por una patente estándar para pantallas táctiles y luego de nuevo contra Microsoft, cuando un juez de Seattle dijo que la tasa que Motorola podría cobrar para dar licencia a sus patentes estándares esenciales de video y WiFi, era mucho menor de lo que Google habría esperado.
Así que el cambio repentino con respecto al fallo preliminar de la CCI de otoño pasado, que también había absuelto a Apple de infringir las patentes de Samsung, resultó ser una sorpresa para muchos observadores en Estados Unidos. La CCI halló que las versiones AT&T del iPhone 4 y el iPad 2, junto con algunos aparatos más antiguos que ya no están a la venta, violaron una de las patentes de Samsung y debería prohibirse su importación a los Estados Unidos.
Aunque los iPhones 4S y 5 no resultan afectados por el fallo, una prohibición tiene efectos comerciales. El iPhone 4, que se lanzó en el 2010, todavía tiene muchas ventas en los Estados Unidos, según los operadores de móviles, pues puede comprarse por tan sólo 99 centavos de dólar, junto con un contrato de dos años, en lugar de los US$199 o más que cuesta el iPhone 5. Similarmente, el modelo más viejo y más económico del iPad sigue siendo muy popular, por ejemplo, en el mercado de la educación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario