Aunque no podamos notarlas, las redes inalámbricas Wi-Fi se encuentran presentes casi en cualquier parte. Y es que la “ominipresencia” de esta tecnología es tal, que si ésta fuera visible para el ojo humano, cambiaría totalmente la forma en que vemos el mundo.
Bajo esta idea fue que el diseñador estadounidense Nickolay Lamm creó su más reciente proyecto, el cual ilustra las ondas generadas por las conexiones de routers y dispositivos móviles, a lo largo y ancho de una ciudad. Cada color representa el grado de dispersión de la señal dividido en subcanales, por lo que se generan esferas luminosas que surgen del punto emisor.
Para realizar su representación gráfica, Lamm se puso en contacto con la doctora en astrobiología y ex trabajadora de la NASA, M. Browning Vogel, llegando a la conclusión de que si las redes Wi-Fi fueran visibles, todo se vería así, como una enorme y espesa capa ondas viajando a través del aire.
Ojos que no ven…
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