La policía estatal de Nueva Gales del Sur en Australia ha lanzado un comunicado en el que advierten sobre los peligros del uso de impresoras 3D para la fabricación de armas.
El tema ha llamado la atención especialmente desde que la pistola “Liberator” fue presentada por el grupo Defense Distributed, quienes posteriormente hicieron públicos los planos del arma que en tan sólo en unos días tuvieron que ser retirados de internet (al menos de manera oficial), debido a una petición del gobierno de Estados Unidos.
Tomando el caso de la “Liberator” como ejemplo, el departamento de policía se dedicó a fabricar dos de esas armas con una recién adquirida impresora 3D (en la que se gastaron unos 2 mil dólares), para así demostrar que este tipo de artefactos pueden resultar en una seria amenaza. Luego de 17 horas de espera y de 35 dólares invertidos en materiales, se obtuvieron las 15 piezas de las que consta el diseño de cada pistola, con las que se realizaron pruebas de alarmantes resultados.
Por un lado, una de las armas consiguió disparar una bala que penetró en el bloque de resina que usan para las pruebas y que emula los músculos de cuerpo humano, lo que significa que efectivamente, la “Liberator” es capaz de herir seriamente a una persona. Mientras que el segundo dispositivo terminó hecho pedazos al explotar cuando se accionó el gatillo remotamente, algo que en caso de haber sido apretado de forma manual, hubiese resultado peligroso para el usuario.
Cody R. Wilson, fundador de Defense Distributed apuntando con una “Liberator”
El comisario de la policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione, afirmó que usar un artefacto de este tipo puede ser peligroso no sólo para la persona a quien se apunta, sino también para quien la usa. Durante la conferencia de prensa, Scipione señaló:
El fallo catastrófico se produce porque no hay estándares en torno a la fabricación de estas armas. Son prácticamente indetectables, imposibles de rastrear porque no tienen números de serie, son baratas y fáciles de hacer.
Si tomamos en cuenta el bajo costo con el que se pueden fabricar este tipo de pistolas y que los planos de la “Liberator” fueron descargados más de 100 mil veces antes de ser retirados, resulta difícil pensar que la creación de armas con impresoras 3D pueda ser regulada por los gobiernos. Lo único seguro es que ésta no será la última vez que se hablará del tema.
A continuación pueden ver el video de la conferencia y de las pruebas realizadas por la policía:
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