Desde que nos enteramos que hace 66 millones de años reptiles gigantes dominaban nuestro planeta, hemos tratado de explicarnos cómo es que desaparecieron. Sobre todo porque seres tan pequeños y frágiles como nosotros hemos sobrevivido a pesar de todo.
Sin duda es estremecedor pensar que los mismos lugares que pisamos nosotros fueron habitados por los dinosaurios hace millones de años. Estas bestias de proporciones brutales y actitud demoledora nos hielan la sangre. Sin embargo, a pesar de su tamaño y su poder, desaparecieron.
La misma idea de su extinción parece extraña, ¿cómo es que estos organismos tan imponentes desaparecieron? Si la imaginación vuela cuando pensamos en estas criaturas, más lo hace si reflexionamos sobre su extinción. Te presentamos las 10 teorías más descabelladas al respecto.
1. Se comían a sus propias crías. El paleontólogo George Wieland, en 1925, propuso que los dinosaurios alcanzaron su tamaño gracias a una dieta basada en huevos. De acuerdo a esto, los saurios provocaron su extinción porque fueron lo suficientemente estúpidos como para comerse sus propios huevos. Los fósiles encontrados más recientemente demostraron que si bien los mismos reptiles o algunos mamíferos comían huevos directamente de los nidos, no lo hacían con la suficiente frecuencia como para acabar con los dinosaurios.
2. Empezaron a poner huevos deformes. H.K. Erben propuso en 1979 que la deformidad de los huevos fue la causa de la desaparición de los reptiles gigantes. Algún fenómeno de cambio climático habría provocado una suerte de alteración hormonal en las hembras, lo que causaría que sus huevos fueran o demasiado delgados o demasiado gruesos. En el primer caso, las crías se deshidratarían antes de nacer, en el segundo simplemente no habrían podido desarrollarse. Aunque esto ocurrió en verdad, fue a mucha menor escala de la que imaginaba Erben.
3. Epidemia de gigantismo. El Barón Franz von Nopcsa Felso-Szilvás propuso que el enorme tamaño de los dinosaurios era en realidad una enfermedad. Según él, los dinosaurios eran grandes gracias a las secreciones de su glándula pituitaria. En algún punto, sus glándulas se volvieron “hiperactivas”, por lo que su crecimiento desmesurado por fin los venció y provocó su desaparición. Sobra decir que no hay nada que apoye a esta teoría.
4. Evolucionaron mal. En 1900 las teorías evolutivas de Darwin no estaban todavía del todo digeridas. De ahí que algunos paleontólogos de la época hayan sugerido que el gasto de energía que hicieron los dinosaurios en crecer tanto y en verse tan mal (en serio, se supone que gastaron energías en verse mal) los hicieron tener varias desventajas. Es decir, se ocuparon tanto de crecer, que olvidaron cómo sobrevivir.
5. Muchos machos solitarios. Sherman Silber, especialista en infertilidad, ha sugerido recientemente que el exceso de machos fue lo que mató a los dinosaurios. Según sus estudios, la temperatura ambiente puede afectar el sexo de los embriones de cocodrilo. Un cambio en el termostato del mundo pudo haber provocado un exceso de machos y una escasez de hembras. Afortunadamente, este triste final para los reptiles gigantes no se sostiene, pues no sabemos realmente si la temperatura ambiente afectaba el sexo de las crías. Por otro lado, si esto fuera así, ¿cómo es que los dinosaurios desaparecieron y los cocodrilos siguieron vivos?
6. Orugas superpoderosas. El etnólogo Stanley Flandes sugirió en 1962 que un ataque masivo de larvas de mariposas y polillas pudo haber deforestado rápidamente el paisaje cretácico. Esto produciría una escasez de alimento para los herbívoros y más tarde para los carnívoros. Sin embargo, orugas y dinosaurios convivieron pacíficamente durante miles de años, no se explica cómo las primeras un día despertaron odiando a los segundos. Por otro lado, no hay ningún rastro fósil que sugiera que esta teoría pudo ser cierta.
7. Dinosaurios invidentes. De acuerdo al oftalmólogo L.R. Croft, los dinosaurios habrían desarrollado crestas extrañas y cuernos para proteger sus ojos del intenso sol. Según él, estos mecanismos fallaron y el calor excesivo provocó el desarrollo prematuro de cataratas en estos reptiles. No obstante, no explica exactamente cómo es que la ceguera masiva acabó con los dinosaurios, además de que esta teoría no aplica a dinosaurios no aviares, los cuales también desaparecieron.
8. Supernova. Wallace Tucker y Dale Russell sugirieron en 1971 que una supernova pudo haber explotado cerca de la Tierra hace 66 millones de años. Los residuos radioactivos de esa explosión habrían llegado a la Tierra y habrían desatado temperaturas extremas en el planeta. El problema es que no aportaron ninguna prueba para su teoría. Es más, no existe ningún indicio de que una supernova haya explotado cerca de la Tierra hace 66 millones de años.
9. Dinosaurios vs. extraterrestres. Seamos claros, nadie niega que ésta es una gran idea para una película, pero eso no significa que sea verdad. La teoría favorita de los fanáticos de las conspiraciones secretas afirma que los aliens vinieron a “hacernos el favor” de eliminar a los dinosaurios para darnos chance a los seres humanos. Evidentemente, no hay ningún indicio fósil que sugiera siquiera que esto pudo suceder.
10. Producción excesiva de gases corporales. Si los dinosaurios eran tan grandes, imagínate qué magnitud y poder tenían sus gases. El paleontólogo David Wilkinson sugirió recientemente que eran suficientemente poderosos como para impactar en la atmósfera. Sin embargo, nunca mencionó nada acerca de que eso provocara su extinción. Más bien algunos fanáticos no especialistas entendieron mal su propuesta y pensaron que los dinosaurios había despedido tal cantidad de gases a la atmósfera que hicieron irrespirable al aire.
Por si alguna de estas locas teorías ya te empezó a convencer, debes saber que la teoría más aceptada hasta ahora sugiere que la extinción de estos gigantes se debe a una combinación de cambio climático, intensa actividad volcánica y el impacto de un asteroide en la Tierra.
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